A Gabriella Paltrova le ha pasado lo mismo que a otras starlets aventajadas en materia de sodomía: con el tiempo ha bajado de revoluciones anales. Un mal acechante en esta profesión que no perdona ni a las actrices que, desde los albores de sus carreras pornográficas, abrían fácilmente su agujero más oscuro. Por suerte, la voluptuosa pornostar de apellido ruso no ha olvidado del todo sus infalibles enseñanzas rectales y se ha presentado en las estancias de Tushy para recordarnos que no está desentrenada desde su intervención en la fastuosa cinta «Gape Me #3». Sin duda, el escenario ideal para que la morenaza de apenas metro y medio de estatura, cuyo descompensado culo es un arma de seducción masiva, vaya refrescando sus conocimientos sexuales.
in Sodomía
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