A mediados de la década del 2010 la extraordinaria y radical Sandra Luberc se convirtió en una de las starlets más extremas del viejo continente por transformar su cuerpo en un auténtico campo de batalla pornográfico. La actriz rusa, que por aquel entonces tenía 23 años, se sometió a las salvajadas sexuales más inauditas con un nivel de exigencia nunca antes visto: innumerables triples penetraciones, DAP, demoledores gangbangs, anales agotadores, prolapsos vomipurgantes y todo tipo de ejercicio diabólico por sus esfínteres gestado en el extenuante Circo de Praga.
Una simbiosis pornográfica con el estudio Legal Porno que va más allá de un mero acuerdo comercial y solo se puede explicar a través de algún síndrome ninfomaníaco que desarrolle tolerancia a las penetraciones por agujeros prohibitivos. Sea como sea, esta fanática tocada por el talento proverbial pasó a los anales de la historia (nunca mejor dicho) de la pornografía gonzo europea, inmortalizando obras maestras y escenas cumbres de a compañía checa.
Aunque estos últimos años Luberc ha estado apartada de la industria y se ha alejado de sus consabidas sesiones letales de sexo, vicio y lubricidad, sigue siendo una joya que de vez en cuando alguna productora desempolva para recordar viejos tiempos. Sin ir más lejos, hace pocos días Tushy Raw la ha desenterrado recientemente del olvido profesional para proponerle una simple escena anal que le viene muy, pero que muy pequeña.
A día de hoy, esta reina del hardcore europeo continúa siendo una eminencia de las penetraciones más intensas, pudiendo dar una ‘master class’ a cualquier novata que quiera convertirse en una bestia desatada en todos los sentidos. Como así instruyó en su momento a Foxi Di, Jessica Swan y Lola Bulgari.
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