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Liz Rainbow, un arcoiris multicolor metido en el porno español

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Su apellido Rainbow encaja como un guante con su estética altporn, un torbellino policromático —le encanta tintarse el pelo de colores— que ha probado subgéneros pornográficos de lo más fetichistas, sexo de alta intensidad y tiene una extraña obsesión por el BDSM. Así es Liz Rainbow, una starlet española oriunda de Barcelona que, a sus 27 años, se ha recorrido de arriba a abajo el porno nacional e incluso a emigrado a Europa del Este para rodar con Legal Porno, LetsDoeIt, Private, Team Skeet, JoyBear, Public Disgrace, Magma Films e incluso el selecto sello Dorcel. Lo más sorprendente es que desde los 6 años tenía claro que de mayor quería dedicarse en cuerpo y alma al porno español.

Y es que bajo ese aspecto alternativo —su piel pálida es un toque estético alucinante— se camufla una pornostar española que se ha ganado a pulso un puesto de honor en el sexo extremo o hardcore nacional. Algo que ha conseguido con su infinito aforo vaginal, su cualidad física más sobresaliente, que le permite realizar práctica extremas como el fisting. Sin duda una de sus especialidades más a tener en cuenta.

Pero retrocedamos en el tiempo y en el espacio para conocer un poco mejor el pasado de Liz Rainbow. Sus orígenes se remontan al 2013, época donde el famoso pornógrafo catalán Conrad Son —un icono de la industria de adultos española que puso la semilla del cine X nacional— le dio una oportunidad para exhibirse en la Primavera Porn. Uno de esos festivales eróticos en público donde las actrices porno se follan a la gente sobre el escenario.

A partir de aquí, se adaptó al bioma del sexo filmado y empezó a conocer los entresijos del negocio. Una experiencia vital que le sirvió años más tarde para abrirse perfiles amateurs en ManyVids y Onlyfans, fuente de ingresos alternativa. No sin antes empezar a frecuentar productoras patrias como Cumlouder o Fakings, donde su fama subió como la espuma por lo divertida y alocada que era. Se notaba a través de su personalidad que disfrutaba de lo que hacía.

Con semejante carta de presentación fue normal que fuera una de las candidatas preferidas para llevarse el Premio a la mejor actriz revelación de 2016 (se lo acabó llevando la gaditana Lilyan Red). Además de que estuviera nominada varias ocasiones a los célebres Premios Ninfa del Salón Erótico de Barcelona, tristemente desaparecidos desde hace dos años. Desde JaqueMateAteos queremos rendir honores a su carencia total de escrúpulos a la hora de ejecutar acrobacias sexuales y a su su voraz sexualidad (en varias entrevistas ha contado que necesita follar varias veces al día). Por muchos años más que lleve su cuerpo al límite.