La cereza tatuada sobre la nalga derecha del culo de Anna Chambers —como el símbolo de una máquina tragaperras— solo puede significar una cosa: que la pornostar de Moscú tiene una confianza ciega en esa parte de su anatomía. Si, habéis oído bien. Estamos ante una starlet rusa de pura cepa. Algo extrañísimo que una dama de la superpotencia del Este posea una morfología tan voluptuosa y curvilínea. Sea como sea, nosotros nos alegramos de esta carta de presentación que parece formar parte de los nuevos valores pornográficos de la madre Rusia. Un culo de telenovela, posiblemente diseñado en alguna sala de operaciones (aunque esté sin confirmar), al que Ass Parade le hizo una oferta que no pudo resistir. Su dominio absoluto del twerking bien se merece un Óscar por el hipnótico bamboleo que produce.
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