Amadeo Borges
Cuando la superestrella Jesse Jane, contratada por la todopoderosa Digital Playground, rompió su contrato para escapar al estudio Jules Jordan, pocos adivinaron que iba a desatar a la bestia oscura que había en su interior y liberar años de sexualidad reprimida. La que fue la muñeca de moda en Norteamérica por encarnar el fiel estereotipo de las diosas platinadas de ojos azules, se convirtió de la noche a la mañana en un portento pornográfico capaz de rubricar intensas secuencias sexuales. Al menos hasta 2017, año en el que colgó los hábitos y decidió dejarnos huérfanos de su deslumbrante fotogenia.
Una época contractual donde Jesse Jane superó sus límites sexuales, pese a que su paso por el quirófano le restó puntos a su privilegiado cuerpo, gracias a una colección magistral de películas donde se labró un nombre a base de follar como si hubiera perdido la cabeza. Nos referimos al showcase «Jesse: Sex Machine» (2015), cinta en la que se atreve por primera vez a vivir en sus carnes el sintagma ménage à trois y serviría más adelante para abrirse al sexo anal en «Face of an Angel Mind of a Devil».
Sin duda alguna, la obra maestra de la filmografía de este mito sexual venido de Texas y el momento exacto donde podemos ver su potencial al completo. A pocos años de cumplir los 40 y manteniendo fresco ese encanto de bombshell que la ha caracterizado desde sus inicios. Para que luego digan que vivir al límite del salvaje gonzo no otorga un estatus más elevado.
Escena inédita:
Escena guardada en el baúl de Jules Jordan que ha salido a la luz este verano del 2021. Una brillante estrategia desde el punto de vista comercial que resucita la fama de la mítica pornostar. Aunque lleve grabada la friolera de 5 años.
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