Mariló Otero
De un tiempo a estar parte el área sáfica de XEmpire, Lesbian X, se ha transformado en un campo de extracción petrolífera si comparamos las entrañas de las pornostars con las profundidades de la tierra. Un selecto club en el que deslumbran al espectador con intensos anales donde las lesbianas y sus herramientas del amor (dildos, consoladores, buttplugs…) son los únicos e indiscutibles protagonistas. Y para ejemplo el recital de guarreo que dieron la insaciable Alexis Tae —un producto del mestizaje que hace poco debutó en la doble penetración— y Gia Derza, una de las culonas más contundentes de la actualidad pornera.
Dos starlets que dominan como leonas alfa el terreno sexual norteamericano y que son sencillamente indestructibles. De ahí que, cuando están juntas y revueltas, formen un escaparate eufórico de orgasmos, jadeos y caras de placer que es imposible que sean fingidos.
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