Aunque no lo parezca, la consagrada Isis Love ha trabajado duramente durante dos décadas en el volátil mercado pornográfico —acaba de cumplir 40 años y ha rodado casi 900 escenas— y desde siempre ha recibido jugosas ofertas para ponerse en la piel de MILFs cuya supuesta edad parece estar suspendida en el limbo. Incluso cuando ejerce de dominatrix en Kink, donde tortura a jovencitas modositas, lleva puesta esta vitola en la que es necesario cultivar la belleza al milímetro. Eso sí, la exótica californiana de genética multiétnica apenas se ha dejado penetrar la retaguardia, teniendo solo un pequeño puñado de escenas anales que se cuentan con los dedos de una mano. Es hora de recuperar ese foco de atención y que mejor manera de hacerlo que recurrir a la marca insignia de Mindgeek, Brazzers.
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