En un mundo tan globalizado como en el que vivimos, no dar visibilidad al porno japonés es dejar de lado un rico plato sexual lleno de subgéneros y actrices que cada vez suenan con más fuerza en el país del sol naciente. Y no nos referimos solamente a la mundialmente conocida Hitomi Tanaka, el top de las AV Idol (pornostars japonesas), sino a otras starlets asiáticas como Hijiri Maihara, Aina Shinkawa, Ayano Kato o Ai Shinkawa que están comiendo terreno a pasos agigantados a las actuales estrellas de EE.UU.
Sin ir más lejos, la célebre saga japonesa de «Pussy Cowgirls Airlines», del estudio Soft On Demand —grupo empresarial fundado en Tokio y destinado a los vídeos de adultos— acaba de lanzar al mercado la edición número 13 con una alineación de talento femenino encabezado, curiosamente, por June Lovejoy. Y decimos curiosamente porque June es una estadounidense (California) de pura cepa que emigró a Japón para trabajar como profesora de inglés y terminó metida en el JAV (sexo filmado japonés).
Eso sí, todo lo que ha grabado ha sido porno censurado, con píxeles, y cerca de 30 películas desde su debut en enero de 2020. Si bien no es una belleza clásica de oriente por motivos obvios, es bastante resultona y habla en idioma local con fluidez. Aparte de habérsele pegado la típica gesticulación llamativa y gritona de las mujeres del país nipón. Dicen que ya forma parte del imaginario erótico colectivo oriental y de su cultura sexual. Lástima que por temas de distribución no sepamos si que exista.
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