Biografía de Amarna Miller
Amarna Miller es la niña mimada del porno español. Esta pelirroja bajo su cándida mirada y rostro angelical esconde una viciosa que busca el placer sexual
Amarna Miller es posiblemente la actriz porno española con mayor potencialidad a fecha del 2015.
Esta Madrileña de tan solo 24 años es polifacética ya que es actriz porno, empresaria, licenciada en Bellas Artes y también ha dirigido porno, ¿es qué no tiene tiempo libre y está siempre trabajando?
Parece que sí y es que pese a su corta edad, Amarna Miller, ya ha trabajado para las mejores productoras pornográficas del panorama internacional; Desde Private, SexArt, Reality Kings y hasta Abbywinters. Esto le ha permitido viajar por todo el mundo desde EE.UU. hasta Europa del este.
Físicamente es una ricura, de aspecto virginal y blanca lechosa con un cabello pelirrojo como el fuego hace las delicias de cualquier hombre.
Su punto fuerte son las escenas interraciales donde el contraste negro grande con chica blanca pequeña se acentúan todavía más.
Amarna Miller es una amante del BDSM declarada, para quien no sepa lo que significan esas siglas son un conjunto de prácticas sexuales que conforman; Bondage, Disciplina, Sadismo, Masoquismo.
Por eso Amarna Miller realiza escenas donde el sadomasoquismo juega un papel fundamental.
Le gusta que la aten y se la follen sin tener posibilidad de escapatoria. La verdad es que es una práctica que a muchas mujeres les gusta sentir porque les gusta sentirse atrapadas y sin salida, dominadas por un buen semental que se las folle.
Por todo esto Amarna Miller es la reina del porno para mujeres en España. Ha confesado que es bisexual y que disfruta tanto con hombres como con mujeres.
Empezó en el mundo del porno a la temprana edad de 19 años, algo significativo de que tenía las ideas muy claras y que quiere quedarse para hacer ruido.
De momento lo ha demostrado con creces, han pasado 5 años desde su debut y aún sigue dando guerra, algo inédito en las actrices porno españolas donde su vida profesional es bastante efímera, tan solo suelen durar un par de años en la palestra.