El pasado mes de diciembre la revista AVN Media Network anunció que la estrella puertorriqueña Dee Baker (Dee Summer) formaría parte de la nueva hornada de pornostars que se suman al Salón de la Fama AVN. Y es que en la industria pornográfica de EE.UU es todo un honor ingresar en este selecto pedestal de la nostalgia que solo escoge a la crème de la crème; una élite estelar de performers, productores, directores y ejecutivos, cada uno de los cuales ha impactado en la industria del entretenimiento para adultos desde diferentes perspectivas.
Pero vayamos al grano. La multiétnica Dee Baker —por sus calientes venas fluye sangre italiana, hindú y puertorriqueña— nació un 1979 en la paradisíaca isla de Puerto Rico llevando por nombre Vanesa Aparicio. Una denominación demasiado vulgar para triunfar en la meca del porno, de ahí que nada más ser descubierta por el legendario pornógrafo Greg Steelberg, mientras trabajaba como modelo de lencería, se lo cambiara a Dee, mucho más pegadizo.
Tenía 19 años y vivía en la Gran Manzana (Nueva York) cuando le dieron sus primeros papeles como actriz pornográfica. Su exótico rostro y su cuerpazo definido natural la catapultaron a lo más alto del star system pornográfico en pocos meses y pronto se convertiría en una de las estrellas latinas más populares del porno a fines de la década de 1990 y principios de la de 2000, apareciendo en casi 600 películas. Y aunque nunca fue una actriz de Hardcore (tenía más clase que eso) sobresalía por cierta destreza a la hora de practicar sexo oral y una pericia destacada con la mano (ya sabéis, «handjobs» o pajas para hispanohablantes).
Esbelta, 1,65 m de altura, su belleza fue recibida con elogios por legendarias revistas para adultos como Adam Film Word y Hustler, que la describieron como un cuerpo perfectamente esculpido o una perla deslumbrante de color marrón dolorosamente hermosa. Con semejante físico es de cajón que la trayectoria cinematográfica de Dee incluyera múltiples actuaciones para Metro Studios, Sin City, Wicked Pictures, Evil Angel, VCA Pictures y Vivid Entertainment Group.
Pero su obra cumbre todavía estaba por venir. El punto de inflexión en su carrera se produjo en 1999 cuando el fallecido fundador de Video Team, Christian Mann, la eligió para la edición Nº 12 de su icónica serie «My Baby Got Back», después de la cual entró directamente a la número 13, «No Man’s Land 21», que llegó a ser tan espectacular que obtuvo 4 nominaciones a los Premios AVN (incluida mejor starlet) e incluso creó canon estético en las venideras generaciones de actrices.
Además, no rehuyó del sexo anal y se enfrentó a su compañero de oficio Sean Michaels (también futuro ocupante de «El Salón de la Fama») en la película «Rocks That Ass 23: el regreso de Sean Bond». Actualmente, Dee comparte sus pensamientos y experiencias en su sitio web Dee’s Club, complaciendo a la legión de seguidores que amansó en su época dorada, la de la vieja escuela.
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