Hace unos años aparecía en la cultura pornográfica amateur una chica llamada Amber Blank que rápidamente se posicionó entre las más famosas folladoras en esto de monetizar su sexo desde casa. El secreto de su éxito no fue otro que ser capaz de follarse en su propia habitación a sementales negros con entrepiernas poderosas. De hecho uno de sus vídeos más populares fue aquel en el que vestida como una colegiala disfrutaba a un musculoso afroamericano arqueando la espalda como una gata en celo, sinónimo de orgasmo y estallido de placer en una mujer. Todavía a día de hoy estamos sobrecogidos por la potencia y atrevimiento de esta chica de Phoenix, Arizona, que incluso se permitió el lujo de abrir su propia página web personal desde donde sigue ofreciendo toneladas de actualizaciones e historias. Una lástima que no diera el salto al porno convencional, tenía una base de fans más que decente en el circuito IR pro-amateur.
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