Xavier Velloso
El conjunto de la propuesta corporal de la hawaiana Kailani Kai no tiene ni un recodo de desperdicio y es del todo aprovechable como pornostar todoterreno que se afilia a varios subgéneros pornográficos. Por su excesiva anatomía curvilínea podemos incluirla dentro del espectro de pornostars BBW. Sus monumentales pechos naturales, amén de su reverendo culazo, son la tarjeta de bienvenida para cualquier escena de temática de tetudas, y no nos olvidemos de su presencia mílfica (acaba de cumplir 50 años), ese aura que recubre su sexualidad y le otorga un halo de madrastra muy a tener en cuenta cuando se enfrenta a jóvenes lolitos como Jordi ENP o Juan El Caballo Loco. Su figura oceánica —hija de padres polinesios— ya está dando que hablar en ciertos sectores de adultos, donde la presentan sin edulcorantes, tal y como es, con abundante grasa donde más nos gustar agarrar a una mujer.
