Hace 4 meses ya advertimos de que la venezolana Baby Nicols se estaba labrando un hueco muy profundo en el porno internacional gracias a una elevada impetuosidad sexual, y unos potentes argumentos corporales traseros, que le sirvió de lienzo a Nacho Vidal en Cumlouder. Ahora la productora Blacked pone una muesca más en su culata con una escena debut en la que la Baby vuelve a demostrar que no tiene nada que envidiar de latinas como Canela Skin o Katrina Moreno, exhibiendo un físico con presencia, y dejando meridiano que su paso por este negocio se debe a motivos vocacionales. Después de ver como se expone su fogosidad con el negrísimo afroamericano Freddy Gong entendemos porque las latinas son la minoría racial menos perjudicada en la industria pornográfica americana.
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