Pese a su inconmensurable belleza facial, lo único que ha demostrado Ariana Marie en sus 7 años de carrera ha sido un escaso apego a la causa pornográfica. Y eso que ha intentado por activa y por pasiva modalidades sexuales de alto nivel como son los anales y las dobles penetraciones. Su falta de implicación es su talón de Aquiles y el factor que provoca que sexualmente esté encasillada en nichos concretos como es la compañía Vixen. El estudio, un portal a medio camino entre el glamporn y la fotografía artística, ha encontrado en la starlet la horma de su zapato y la han recompensado en varias ocasiones con el título de «Vixen Angel», el conocido galardón que la productora ofrece con un característico collar de diamantes de 2,9 quilates valorado en 20.000 dólares.
En JaqueMateAteos solo podemos matizar que Ariana se siente como pez en el agua bañándose con gotas de glamcore y secuencias sexuales aterciopeladas. Especialmente cuando tiene la oportunidad de compartir plano con starlettes irremediablemente guapas como Cecilia Lion, otra representante de excelsa hermosura, aunque de distinta etnia, que manifiesta su dulzura con la misma facilidad que la texana.