Chipy Marlow —la subestimada musa francesa de principios del siglo XXI a la que ya rendimos un merecido tributo en nuestra categoría de porno vintage— abandonó el porno profesional en el año 2005 y tardó 13 años en volver a rodar este subgénero de la triple X. Un tiempo demasiado prolongado para la mayoría de actrices por las que los años no pasan en balde y su deterioro físico se va haciendo palpable. No obstante, la refinada starlette de La Rochelle siempre destacó en el cine europeo por poseer una sensualidad agitanada que ríete tú de otras pornostars de la etnia como la rumana Alyssia Kent o la reciente Sandra Soul. Una distinguida belleza de la que no se ha desprendido ni un ápice y por la que gracias a Jacquie et Michelle (principales contribuidores de porno amateur en Francia) pudimos volver a disfrutar en 2018 bajo el seudónimo de Karla.