No es muy común que las chicas atrevidas del estudio pseudoamateur Backroom Casting Couch hagan el trasvase al porno profesional, pero de vez en cuando aparecen actrices con un magnetismo tan especial que pueden continuar su carrera en la industria de adultos (especialmente las que se dejan taladrar el ano). Es el caso del arranque profesional de Ellie Eilish, que ya desde su casting sexual reflejaba ser una auténtica dulzura e indicaba con su actitud que estaba predestinada a ocupar puestos dentro del sector de las jovencitas, como así lo demostró en las sofisticadas alcobas de Vixen. Bajo el apodo de Aria, y con un color de cabello negro, aparecía en las estancias del sofá negro y la persiana bajada la dieciochoañera, dejando meridiano que tenía una energía tan positiva que era cuestión de tiempo dar el salto de fe.