Hace varios años que la diosa de la perfección rusa, con semejante parte de arriba, se ha ganado a pulso el corazón de los pechófilos. En concreto, desde la primera vez que sus tetas ilustradas —sus fabulosos tatuajes mamarios multiplican su atractivo sexual— aparecieron bajo los focos de Vixen protagonizando una escena titulada «Alone In Mykonos». Hace pocos días la modelo de softcore ha regresado a sus orígenes profesionales para grabar con Alberto Blanco su 3ª colaboración con el selecto estudio de Greg Lansky (aunque el magnate pornógrafo haya abandonado el barco de su productora para dedicarse a los negocios del cannabis siempre será el jefe del cotarro) y ha vuelto a elegir la misma isla griega que la vio nacer para volver a deleitarnos con su belleza celestial y pasarnos por la cara su envidiable y reciente palmarés («Best New Starlet» en los XBIZ Europa Awards 2019 y mejor starlet revelación en los AVN Awards 2020).