Esperanza Gomez posiblemente haya sido la pornostar latina más famosa del mundo y una diva del porno en su Colombia natal. Por eso cuando se retiró del circuito pornográfico americano dejó un hueco que hasta ahora ha permanecido vacío (ni siquiera la exmujer de Nacho Vidal, Franceska Jaimes, logró llenarlo). Más todavía si pensamos que la explosiva cafetera latinoamericana nunca dio su tercer ojo frente a una cámara enfadando a los fans egoístas por no crear nuevo material cuyo visionado derrame semen. Y es que su escaso volumen de producción siempre fue un mal que ha perseguido a la diosa sudamericana.
Pero no hay mal que por bien no venga pues como ya escribimos en su biografía la popular starlet se ha abierto a otros mercados alternativos para monetizar su talento sexual como su canal privado de PornHub, Chaturbate, Fancentro o Snapchat desde donde sigue exhibiendo su cuerpo y a veces hasta nos regala algún vídeo sexual que ella misma sube. Contenido breve, sin técnica y con un estilo muy amateur donde la siliconada inexperta —siempre pecó de falta de movilidad cabalgando pollas— nos evoca a épocas pasadas en el que su sabor latino lo impregnaba todo.
Por desgracia es todo lo nuevo que tenemos de Esperanza Gomez, todo en webcam y/o formato vertical, el de coger el móvil con una sola mano quedando libre la otra para follarse a la pareja. Tendremos que conformarnos con las migajas que va dejando y cruzar los dedos para que decida volver a la industria de adultos, la de verdad, esa que traspasa fronteras y une países gracias a la belleza de sus mujeres.
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