Cuando hicimos las presentaciones oportunas con la principiante Val Steele subrayamos su estética a lo Suicide Girl como punto fuerte de su propuesta alternativa. No hay duda de que esta rara avis estimula nuestros sentidos masculinos con esos ríos de tinta que recorren su juvenil epidermis, a pesar de que en la práctica se le nota una falta de tablas enfrente de la cámara a la hora de adoptar ciertas posturas sexuales. Nada que no pueda superar esta veinteañera multiorgásmica declarada que no puede ocultar sus irrefrenables ganas de aprender rápido el oficio a base de polvazos disfrutables y su naturalidad pasmosa para hacer squirts (se puede comprobar con su primer rodaje pornográfico, Hussie Pass).
Estaremos atentos a sus próximos trabajos que parecen indicar ir por la senda de la dominación sexual, de momento veamos como se desenvuelve en una escena morbosa de Public Pickups, la serie de pilladas en la calle de la productora Mofos.