Los chismorreos que últimamente se han escuchado por el submundo underground de la pornografía dicen que cuando la aprendiz a pornostar Malory Malibu se presentó en los estudios de Exploited College Girls (A.k.a ExCoGi) todavía era una virgen chica y tenía su vagina inmaculada. Algo muy difícil de creer en estos tiempos tan precoces sexualmente y sobre todo porque las chicas que se presentan voluntarias a estos castings de primerizas no acreditan con algún tipo de examen médico para garantizar que su himen está intacto. Además es bastante aterrador que una mujer joven piense que un set de pornografía es un buen lugar para tener su primera experiencia sexual con un hombre.
Tanto si la historia es cierta como si no Malory es una deliciosa dieciochoañera con una media melena muy sugerente y mirada inocente (como casi todas las atrevidas que llaman a la puerta de la citada productora) que ya ha debutado en TeenFidelity donde vuelve a lucir ese conejito mal tatuado debajo de su teta izquierda.