Nacida en el empobrecido Brasil de 1969 y en el seno de una humilde familia numerosa de un pueblecito llamado Rio Casca —nada menos que 16 hermanos— Olivia del Rio tenía todas las papeletas para terminar ejerciendo de prostituta en las favelas. Sin embargo la exótica latina emigró a Francia con 25 años para labrarse un porvenir como la sirvienta (la chacha que limpia la casa) del pornógrafo Patrice Cabanel, uno de los directores de cine pornográfico europeo de moda por aquella época. Pronto, éste pájaro supo ver la belleza exótica de Olivia y la proposición indecente no se hizo esperar.
Olivia no tardó en aceptar la lucrativa oferta sexual y terminó participando en sus conocidos films de finales de los años 90 y principios de los 2000. Su carrera había comenzado. El éxito vino pronto, pues la brasileña Olivia Del Río era una preciosa mujer latina conocida por tener un impresionante apetito sexual y ser capaz de follar como una bestia, sorprendiendo a los más avezados pornófilos con su destreza en sus performers anales, interraciales y dobles penetraciones.
Llegó un momento en el que su marcada fogosidad pornográfica en las cintas VHS de Private era tan caliente y efusiva que llamó poderosamente la atención en la comunidad norteamericana. Sus raíces hispánicas los volvía locos. Así fue como su popularidad se extendió en EE.UU, llegando al punto de tener que emigrar a California para trabajar en producciones estadounidenses. Algo insólito en aquella época donde no existía ese trasvase intercontinental (salvando el extraño caso de Silvia Saint y algunas pocas starlets más).
El éxito de Olivia fraguó tanto en el viejo continente cono el Nuevo Mundo, logrando ganar aclamados premios pornográficos como el de «Mejor Actriz» en el FICEB de 2002 y reconocidas nominaciones en los AVN de 2003, 2004 y 2005 relacionadas con su talento para follar como una estrella. Incluso tuvo un showcase exclusivo donde salía en portada llamado «Lost Angels: Olivia Del Rio».
Su envidiable palmarés y currículum se materializa en 240 títulos en los principales estudios profesionales y haber sido estrella de contrato de la mítica productora Private. Aunque posiblemente en el viejo continente siempre será recordada por robar, merecidamente, una Hot d’or en Cannes a la «Mejor Actriz Secundaria Europea» en 1997 gracias a su impresionante escena anal de la legendaria película de Rocco Siffredi «Torero».
Lo último que se sabe de ella es que actualmente reside en Francia con el que es su marido. Un musulmán que la ha atado atado en corto y le ha echo entrar en vereda reconduciendo su vida profesional como propietaria de un bar de Marruecos. Una verdadera lástima que la expornostar termine sus días sirviendo copas después de haber protagonizado películas antológicas como «Torero» (1996), «Triple X 2» (1995), «Voyeur 07 (1996)» o «Paradise Lost» (2002).
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