Emily Cutie no ha sido una nueva incorporación que haya entrado este 2019 haciendo mucho ruido. Un hecho que nos extraña viendo sus formas físicas, una ucraniana que tiene un aspecto tan marcado de niña buena y de chica que no ha roto un plato —aunque tenga un horrible tatuaje en su torso y de cuello para abajo está desproporcionada al ser paticorta— que encaja como un guante en este porno de jovencitas que resulta hasta perturbador e inquietante en aquellos que les queda algo de moral. Si bien su cuerpo ya ha sido escaparate anal en Tushy, profanado en Blacked, envuelto en el blanquecino canal White Boxxx y hasta catado en un casting con DP incluida del peludo francés Pierre Woodman, todavía le quedan muchas tablas para ser un nombre a tener en cuenta. Después de todo el porno es más que una cara bonita.