Dicen los entendidos en porno alternativo que lo mejor de ver follar a performers entintadas de los pies a la cabeza no es el gimmick visual (demasiado sórdido para algunos) que nos ofrece este estilismo, sino comprobar como las preferencias sexuales de estas profesionales son distintas a las mujeres habituales que son ajenas a esta moda artística corporal. Lily Lane, una pornostar asidua y en nómina de Burning Angel, es la prueba viviente de que la agresividad y furor uterino que adoptan en su oficio suele ir en consonancia con unas pintas pseudo punks y emos. Lo comprobamos de primera mano con esta ristra de escenas donde esta particular pin-up espolvorea y prodiga su característica ración de sexo desaforado, sin límites de aforo y con una dosis extra para la marranada.
in Sexo Extremo