No hace falta hablaros de la bestia americana del porno Romi Rain para que os hagáis una idea de que folla como una leona en celo. Una pornostar capaz de hacer que un hombre entre en locura solo viendo su cuerpo serrano y ese tatuaje en la espalda que le confiere un aire salvaje indomable. Su mirada picarona es un claro indicativo de que le va el vicio tanto como a la mayoría de hombres. En ese aspecto poco se parece a las mujeres, que en teoría suelen ser más retraídas y frígidas. Naughty America ha querido sacar todo su potencial en un ambiente doméstico, follando en la cocina, luciendo esas tetas perfectas que embelesa al pobre Johnny Castle, el cual se convierte en un juguete entre sus manos. Normal que se la empotre contra la mesa, comiéndole el culo y metiendo su lengua entre sus nalgas carnosas. Menudo manjar.
in Tetonas
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