La sordidez artística de las Suicide Girls ha llegado a todos los rincones de la internet conocida. Lo que en un principio vio la luz como un proyecto artístico alternativo de fotos de chicas teñidas, repletas de piercings y tatuadas, terminó por convertirse en un vodevil sexual de exhibicionistas perturbadas. Algún día haremos una digna recopilación de este elenco de chicas suicidas, pero hoy os vengo a presentar a My Cherry Crush, una de las muchas que para bien o para mal ha ayudado a que ese erotismo pin-up tan característico del portal terminara por desembocar en vídeos de tocamientos femeninos pornográficos como una forma de reivindicación social. Se presenta a si misma como un gatito colorido con sed de semen, un espíritu libre cuyo pelo cambia más de lo que tú cambias tus calzoncillos.
Ojo, no es una camgirl del montón. Dice ser la novia de Kawaii Girl, otra del gremio amateur que le da por grabarse con butt plugs anales y demás parafernalia sexual de corte fetichista. En todas sus apariciones de Cosplay Babes cuida al detalle y con un máximo esmero su puesta en escena, de hecho sus cosplays con tintes anime conforman una performance que da color y luz a su porno.
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