Puede que el exceso de cirugía en el cuerpo de August Taylor emborrone su huella asiática de ascendencia filipina, pero hay veces que pasarse de la raya te otorga recompensas para jugar en el tablero del porno. Hablamos de que es la poseedora de un par tetas de silicona del tamaño de cabezas de mongolo, una ventaja física con la que ha querido contar Manuel Ferrara en su reciente «Milf Private Fantasies 4» de Jules Jordan. El veterano actor se ve las caras con esta estrella de la silicona y da la impresión de que conoce cada centímetro de su cuerpo. Tal vez la experiencia le haya otorgado a Manuel un don de la química sexual, eso o que su libertad de improvisación que suele dar el estudio desate lo mejor de ambos. Aunque a decir verdad, las dotes de sodomía de esta particular tetuda también ayudan.
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