Erosexual
No hay discusión posible. La guapísima Monica Belluci (57 años, Monica Anna Maria Bellucci) ha sido, y lo sigue siendo, el mayor mito erótico que ha salido de Italia. Una de las actrices más bellas que ha pasado por el panorama cinéfilo europeo y también una de las mujeres más atractivas de todo el mundo. No exageramos cuando decimos que su arrebatadora belleza ocupa el trono que en su día ostentaron las míticas Sofía Loren o Gina Lollobrigida. De ahí que se haya ganado el título de diva por antonomasia del cine italiano e icono internacional de elegancia y sensualidad.
- «Vita coi figli» (1991)
- «El Elegido» (2006)
- «Shoot ‘Em Up» (2007)
- «Manual D’amore» (2005)
- «Irreversible» (2002)
- «Malena» (2001)
- «La Rifa» (1991)
- «Dracula, de Bram Stoker» (1992)
- «¿Cuánto me Amas?» (2006)
- «Mozart in the Jungle» (2014)
- «El hombre que Ama» (2008)
- «El Pacto de los Lobos» (2001)
- Las fotos más eróticas de Monica Bellucci
Si su explosivo cuerpo, que suele enfundar en ajustados vestidos, está diseñado para el pecado sexual —tenemos guardado en nuestra mente su frondoso pubis y proverbiales pechos que nos enseño en la película Malena— es su rostro el que recibe alabanzas y representa el ideal perfecto de belleza mediterránea. Una cara de mujer perfecta con un sex-appeal innegable, de diosa Afrodita, con lisos mechones de cabello de color negro azabache.
Con semejante cara y anatomía no nos extraña lo más mínimo que Monica Belluci fuera modelo del diseñador de moda Valentino, musa del director italiano Federico Fellini y diosa en general de todo el cine europeo del siglo XX y principios del XXI. Y es que sería un crimen de lesa humanidad que tanta belleza femenina no pudiera haber escapado de Italia y sus circunloquios para visibilizarse por el mapa del mundo.
De ahí que sea casi imposible separar su carrera profesional en el cine europeo de su sensual cuerpo. Algo que los directores han aprovechado en cada una de sus apariciones en la gran pantalla y motivo por el cual tiene escenas de sexo (con desnudos explícitos) en cada una de sus películas. Seria difícil decantarnos por un solo film, pero si tenemos que apostar por su escena más «pornográfica» diría que la inmoral «Irreversible» (2002) se lleva el premio.
«Briganti: Amore e libertà» (1993)
Posiblemente el primer desnudo frontal de Monica Bellucci en su carrera en el cine. Una secuencia de topless en una bañera (desgraciadamente su vagina fue tapaba por la espuma) cuando tenía 27 años. Fue cuando el público italiano admiró su espectacular pecho por primera vez.
«Shoot ‘Em Up» (2007)
Una de las escenas sexuales más absurdas y surrealistas que el cine ha parido. Aquella mítica y delirante secuencia de la película «Shoot ‘Em Up» (2007) donde Clive Owen y Monica Belluci, mientras están revolcándose entre las sábanas, se ven envueltos en una secuencia de acción y tiroteo sin dejar de practicar sexo entre ellos. De locos.
«Manual D’amore» (2005)
Se le dio estupendamente bien meterse en el papel de una sexy enfermera que tiene sexo con uno de sus pacientes. Un joven chico paralítico en silla de ruedas que no sale de su asombro cuando siente los suaves muslos de la italiana sentados sobre su regazo. Para que luego digan que los discapacitados están en desventaja.
«Irreversible» (2002)
La polémica película de Gaspar Noé tiene en su metraje una de las violaciones más duras que jamás se han filmado en el séptimo arte. Diez largos minutos donde Monica Belluci es violada brutalmente en un sucio paso subterráneo parisino. Una historia de venganza aderezada con intensas escenas sexuales como la que protagonizó junto al actor francés Vincent Cassel, por aquel entonces su marido en la vida real.
«Malena» (2001)
La icónica película del director Giuseppe Tornatore llamó la atención del público porque consiguió plasmar el despertar sexual que sentían millones de adolescentes cada vez que veían el voluptuoso cuerpo de Monica saliendo a caminar, Una historia en un puritano pueblecito italiano llena de celos, sexo y envidias. Solo la secuencia donde Belluci enseña su frondoso coño a la cámara produjo miles de poluciones nocturnas.
«La Última Noche» (1998)
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