Naomi Watts es una de las pocas actrices inglesas que son excepcionalmente atractivas y a la par poseen un innegable talento para la interpretación. Un binomio difícil de encontrar en unas islas donde hace nada la endogamia y taras genéticas eran el pan de cada día. La protagonista de «The Ring», de 52 años, vegetariana, dos nominaciones a los Óscar, actriz insignia de Hollywood, es una mujer de una belleza tan arrebatadora que perfectamente podría haberse ganado la vida como modelo publicitaria: rubia, guapísima y de aspecto delicado, pero presencia arrolladora. Tan inquebrantable que no teme practicar escenas sexuales delante de la cámara.
La nacida en Inglaterra nos dejó ojipláticos con las escenas lésbicas de la película «Mullholland Drive» (2002) de David Lynch, convirtiéndose en un referente para el lesbianismo moderno al grabar una secuencia de alto contenido erótico con Laura Harring. De este modo, Naomi es la artista que todo director desea tener en su obra. Una mujer que cautiva tanto con su personalidad como con su bonito cuerpo, el cual ha sido expuesto al milímetro a lo largo de su profesión.
La oriunda de Reino Unido, pero educada en Australia, tiene una facilidad pasmosa para el sexo filmado. Es como un animal cinematográfico que no se achanta a la hora de simular orgasmos o enseñar tetas. De hecho, el imperioso ritmo de grabación de la británica la ha llevado a desnudarse en multitud de películas como «Promesas del Este» (2007), «21 Gramos» (2003), «Mulholland Drive» (2002), «Funny Games» (1998) y hasta «The Impossible» (2012), largometrajes
Naomi Watts en «21 Gramos» (2003)
Jamás pensamos que una recatada actriz de cine convencional llevara a cabo una escena sin doble de cuerpo donde tiene que enseñar las tetas durante más de un minuto, y además con el plus sexual de que el mismísimo Sean Penn le mordiera los pezones.
Practicando el lesbianismo en «Mullholland Drive» (2002)
Aparte de la anteriormente citada «Gypsy», Naomi previamente ya había coqueteado con momentos lésbicos. Ocurrió en Mullholland Drive con la actriz Laura Harring. Ambas se besan apasionadamente mientras se rozan los pechos estando sobre el catre.
En «Sunlight Jr.» con Matt Dillon (2013)
Polvazo que se pega Naomi Watts con Matt Dillon en esta película de bajo presupuesto, repleta de incandescentes interpretaciones y destinada para festivales de gafapastas. Atención al descuido cuando sale de la ducha y se le ve parte de los pechos.
Las escenas sexuales de «Gypsy» (2017)
Su lésbico más potente. El segundo en su filmografía. Interpreta a una psicóloga o terapeuta que mantiene relaciones sexuales con sus pacientes. Algo que se traduce en compartir cama con otra mujer practicando lesbianismo. Puro morbo para los más curiosos que se adentran en los catálogos de Netflix.
«Vincent» (2014)
Ejercer de prostituta en el cine no es nada fácil. Mucho menos siendo una prostituta embarazada de 8 meses con una notable barriga que baila alrededor de una barra de showgirl. Al menos mantener relaciones sexuales con el actor y cómico Bill Murray tiene su aquel.
«Dos Madres Perfectas» (2013)
Dos amigas de toda la vida veranean en una paradisiaca ciudad costera con sus respectivos hijos, ambos adolescentes con las hormonas revolucionadas. Una morbosa historia que terminará con cada una de ellas retozando sexualmente con el hijo de la otra. Más tabú imposible.
«Ellie Parker» (2005)
La fama cuesta y siendo una joven californiana ávida de popularidad esto se traduce en que hará lo que sea por convertirse en una actriz de éxito. Hasta tener sexo para conseguir papeles. La película narra las dificultades de una chica australiana para llegar a la meca del cine, así como los castings de dudosa moralidad y pruebas de cámara humillantes.
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