Kaylani Lei es una de las pocas pornostars venidas de Singapur que existen en la actualidad y que ha sabido aprovechar el tirón mediático que supone trabajar para un estudio como Hard X. La superestrella asiática hizo gala de su exótica belleza y su pequeña estatura de menos de 1,50 metros para dejarse petar el culo por el rusoamericano Markus Dupree. A simple vista se averigua que su fuerte no es un potente físico ni una actitud lascivia especial, pero si una capacidad inaudita para albergar en su recto los pollones más desmesurados del negocio americano del porno. Si a esto le sumamos que está cerca de la barrera de los 40 años y que lleva trabajando incesantemente desde los 18 años, nos da como resultado un prodigioso polvo de sexo anal en la cinta «Asian Anal Superstar».
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