La gran similitud física que tienen ciertas starlets con personajes de ficción de la cultura pop hace de ellas imágenes vivientes de estereotipos icónicos como el de princesita de Disney o muñeca sexual a lo Barbie americana y las convierte en prometedoras jóvenes follando. Se pueden considerar como evocadoras efigies a las órdenes de los estudios pornográficos más selectos para materializar sus sueños en forma de cintas, vídeos y escenas. Por ello recientemente Elsa Jean ha visitado el set de TrenchCoaTx para ponerse en la piel de una sex doll (muñeca sexual) viviente a las órdenes del ruso Markus Dupree. Una interpretación sexual desprovista de elementos decorativos para no distraernos, sin fondo, utilería ni atrezzo y con solo un foco de luz sobre la cabeza de la estrella albina.