Uno de los hiperculos estratosféricos que más han dado que hablar en el mundillo del porno es el de Spicy J. El misterio en torno a esta chica radica en que solo se dedica a sesiones de masturbación en solitario como camgirl y si lo hace en compañía femenina es simplemente para interactuar levemente con ella con lamidas y besos. No se atreve a más de hacer acto de presencia en un par de escenas al año y desaparece en cuanto el sexo en mayúsculas entra por la puerta. Se trata de una especie de colaboradora fantasma (casi siempre para la productora BangBros) de claras raíces latinas y pronunciadas curvas mareantes a la que nunca se la ha visto follar en pantalla. Lo suyo es enseñar chica de forma estimulante y calentar al personal sin tocar a un hombre.
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