A mediados de los años noventa apareció prácticamente la nada una tímida chica madrileña que se convirtió de la noche a la mañana en la musa del cine nacional. Estamos hablando de Silke (Silke Hornillos Klein), la archiconocida actriz española de estética indie y bohemio que, a las puertas del siglo XXI, puso su imagen a docenas de portadas de revistas y hasta en un conocido anuncio televisivo de compresas de la marca Evax. Pronto, su imagen no pasó desapercibida para los directores y pasó de vender artesanía manual en la Gran Vía a protagonizar películas como «Hola ¿Estás Sola» (1995), «Tuno Negro» (2001) o «Almejas y Mejillones» (2000).
Películas que, por cierto, solían ser de temática bastante erótica, donde la pudimos ver con las tetas al aire e incluso follando en muchas de sus escenas. De ahí que se convirtiera rápidamente en todo un icono sexual, una reina del cool de aquella época del cine español. Un idílico momento que nos recuerda al mítico destape gracias a actrices como Candela Peña.
Pero este icono provocador de toda una generación desapareció casi por arte de magia de la cartelera. Su presencia grunge, desaliñada y perroflauta tan rápido vino como se fue. Se desvaneció con el paso del tiempo y no dejó ni rastro. En nuestros corazones nos dejó el anteriormente citado anuncio de compresas junto a Rossy de Palma y películas entrañables como «Tengo una Casa» (1996), «Kilómetro 0» (2000) o «Tierra» (1995), del erótico director Julio Medem y donde su papel de Mari le supuso una nominación a los Premios Goya.
Una pena que al quedarse embarazada se apartara del cine y se fuera a vivir a Ibiza, alejada del ajetreo y estrés de una vida de famosa. Dicen que nunca le gustó ser una actriz popular y reconocida, que lo llevaba muy mal y que por eso se marchó bien lejos de esa vida de artista de éxito. Ahora trabaja produciendo sus propias artesanías y vendiéndolas por toda Europa en su taller de confección.
«Tuno Negro» (2001)
Tiene en su honor de ser la protagonista de una de las escenas más eróticas de todo el cine español. Se trata de la película «Tuno Negro», donde Silke mantiene una relación sexual con el actor Fele Martínez, acaparando éxito tanto crítica como público en unas de las producciones más taquilleras hasta la fecha en España. La escena de la cama, con un clímax final alucinante, está plagada de planos cortos que no pierden ni un ápice de detalle de una Silke desnuda de cuerpo entero.
«Tierra» (1995)
«Almejas y Mejillones» (200)
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